IDAS Y VENIDAS

El camino de la maternidad está siendo mágico, duro, bonito, de amor, de locura, de risas y sonrisas, lloros… De todo!!! Hay personas que han facilitado el camino, y otras que en fin, para despedirlas de su trabajo. Tengo dos tipos de agradecimientos: los irónicos y los de verdad.

Agradecimientos irónicos…

Quiero agradecer a todas esas personas taaaannn delicadas y  llenas de amor y ternura que se han querido interponer o desfacilitar todo esto. Lo primero, a V.P., que cuando fui a hacerme la ecografía porque habían visto que la peque venía muy pequeña y daba un parámetro mal en el abdomen, ella fue lo bastante borde, fría y desagradable como para dejar que me fuera a casa con mi angustia, llanto y preocupación. Que no quiso facilitarme datos un viernes y me fui corriendo al CAM para que alguien me explicara algo, porque no podía pasar un finde así. Gracias María y Mariaje por dedicar ese rato a tranquilizarnos y apoyarnos (esto no es irónico, es de verdad). Gracias a esa ginecóloga del paritorio que tan desagradablemente de dijiste que así no se respiraba, que no tenía ni idea de respirar, porque me concentré más en que mi niña saliera bien. Gracias a esa matrona también del paritorio que me estrujó la tripa como si no hubiera un mañana, porque si tengo otro bebé, sé qué es lo que no voy a dejar que me hagan otra vez. Gracias a algunas de las enfermeras de planta, que cuando les pedí ayuda con la lactancia porque no cogía, me espachurraron el pezón para ver si tenía “algo” y literalmente lo intentaron empotrar en la boca de mi txiki, a ver si se producía el milagro, y claro, no se produjo (chica, aún no me queda claro el porqué, después de taaaanta profesionalidad). Y ahí vino la pezonera! No coge?, pues pezonera. Os lo agradezco porque he luchado cada día por la lactancia, he sido perseverante para quitar las pezoneras y tengo una titana entre mis brazos, que ha luchado por ello. Y oye, no veas cómo zampa y lo a gusto que está en su “teti”. Fíjate, que no quiere ni chupete!! Gracias a esa primera enfermera del C.S. que me dijo que seguramente mis perros se iban a poner agresivos de los celos, cada vez me iba a salir menos leche con las pezoneras y que ni se me ocurireeeeseee por nada del mundo hacer colecho, que vamos, podía asfixiar, aplastar o lo que fuera a mi hija. En fin, a día de hoy seguimos teniendo perros, pesa casi 7 kilos con 4 meses y no veas cómo sonríe cuando se despierta a nuestro lado, calentita y sintiéndose segura. Vamos, que ni los aitas ni los perros nos hemos cargado a la niña. Señoras y señores, un poco de respeto a la maternidad y paternidad Y UN POCO MÁS DE CONFIANZA!!

Agradecimientos sinceros

A la primera persona que quiero agradecer este regalo es a mi compañero de vida y de camino, por hacer posible todo esto. Aguantar mis neuras, mis cambios de humor, mi cuerpo y mi alma, mis sangres, mis hipoglucemias… mis tetas doloridas, contracciones, chillos… ese parto interminable, todos esos sustos en el embarazo, ese viaje… Y sobre todo esos cambios de hormonas… Hemos creado una vida, una niña para mí la más preciosa, lista, bonitísima, maravillosa y todo lo bonito que se pueda decir de ella (ya llegará a la adolescencia…). Y por hacer que pueda estar con ella un añito. GUAPOOOOOOO!!!!!

A mi amigota, por esas llamadas diarias interminables, cada día con lo mismo.

Esa familia maravillosa que tengo y que queda. A los que no estáis, os siento más cerca que nunca.

A I.A., esa gran gine de alto riesgo, que aunque fueran palabras duras en su momento, fue  sincera y nos habló con claridad.

A esa matrona tan espontánea, natural y genial que tenemos. Y más vale que la tenemos! ¡VIVA MARÍA!!

Y a este grupo de confianza, desahogo, de compartir, de crear, aprender, a veces envidiar y otras aportar. ¡¡GRACIAS CHICAS!

Y GRACIAS A MI ORUGUILLA POR ELEGIRME COMO AMATXO…