El
término “bebé estrella” se le da a las criaturas que sólo existieron en el seno
de su mamá o que vivieron muy pocas horas. Es una manera poética y empática de
hablar de los casos de muerte gestacional-perinatal, y que implica reconocer
que existieron y que fueron y siguen siendo importantes para sus papás y para
los familiares que mantienen su recuerdo.
El
término “bebé arcoíris” designa la criatura que nace después de la pérdida de
un bebé anterior… Es su hermanito pequeño. Es la belleza después de la feroz
tormenta. Es un bebé muy especial
que nace en unas circunstancias
muy diferentes. Es un embarazo lleno de
ilusión pero también de miedo, mucho miedo.
(
texto: www.pediatic.com)
Fue allá por 2013 cuando de repente,
nos empezó a llamar la idea de ser papás. En ocasiones, pensaba que nunca
llegaría ese momento en que sintiese ese deseo de ser madre, pero de repente
apareció.
El positivo no tardó mucho en llegar.
Nunca olvidaré ese momento. Esa sensación de que algo se está creando en tu
interior es mágica. Era 22 de diciembre. El futuro papi había salido al monte
mientras yo preparaba la sorpresa de Navidad de ese año para la familia, unas
galletas de fondant personalizadas. Me entraron muchos nervios! ¿Cómo se lo
diría? Decidí dedicarle una de las galletas a su futura paternidad. No harían
falta las palabras.
Todo apuntaba a que serían las
mejores navidades del nuestra vida. Pero duró poco la alegría. El día 31, comenzó
la pesadilla... Tuvimos que acudir al hospital. Las noticias no fueron buenas,
algo no marchaba bien. “ Esto no tiene buena pinta. Vamos a intentar sacarlo
adelante pero … pondremos tratamiento y reposo en cama en domicilio. En una
semana nos volvemos a ver”.
Nadie sabía nada de nuestro
embarazo. Con el disgusto, teníamos que presentarnos en la cena de nochevieja y contar la noticia que iba a ser la más
bonita de nuestra vida, con lágrimas en los ojos, y no precisamente de emoción.
Cuando acudimos a la consulta a
la semana, ohhh! hay latido!! Parece que la cosa marcha bien! Aguantaremos como
sea!!. Continuamos con el reposo durante un mes, momento en el cual pude
comenzar a dar pequeños paseos. Parecía que la cosa marchaba bien, pero de
nuevo vinieron malas noticias.
Fue todo una montaña rusa. Tras
una alegría, venía un disgusto. Ya en la semana 15 se encauzaron las cosas. Esperábamos
una niña!!! Pero llegó la semana 16 y una mañana, después de pasar la noche con
muchos dolores “Oh no, esto es sangre?? ¡Estoy sangrando! “No, no, no, no puede
ser, no por favor, no”… Lloraba desesperada. Estaba sóla en casa y corrí hacia
urgencias temblando como un flan.
Esta vez las palabras fueron más
desoladoras. “ La niña está bien, pero esto no tiene pinta de que vaya a seguir
adelante. Tratamiento y reposo en cama en domicilio”
Otra vez no! Fui corriendo a
casa, y me metí en la cama sin poder dejar de llorar. Esa misma noche volvimos
nuevamente al hospital. Ingresé. A los 3 días se rompió la bolsa, pero mi bebe
parecía que no quería abandonarnos, continuaba con latido, aunque el pronóstico
cada vez era peor. A los 6 días, ella dijo adiós , estando las dos solas. Mi
pequeñina, era tan bonita. Era igual que una barriguita de esas con las que
tanto hemos jugado de pequeñas.... Coger con tus manos a tu bebe muerto puede
parecer una escena desoladora, y lo es, pero con el tiempo ayuda a sanar la
heridas el hecho de haber tenido la oportunidad de verla, sentirla, y en cierto
modo despedirte de ella.
A partir de aquí comenzó una
nueva etapa en nuestra vida, en la que sobretodo cambié yo. Tuve que aguantar muchas
estupideces, en la mayor parte de las ocasiones sin mala intención, pero que
hacen mucho daño.. perdí a personas queridas, pero también gané a otras.
Aprendí a ver con otros ojos y a no juzgar.
Fueron meses duros. Comenzamos la
búsqueda de nuestro segundo bebé, pero
este no llegaba. Mi cabeza estaba en otro sitio, y no terminaba de estar bien. Era
el momento de pedir ayuda.
Entonces encontré a una psicóloga perinatal, maravillosa como profesional y como persona, a la que tengo que agradecer mucho de lo que
soy ahora.. Ella me hizo ver la muerte de mi pequeña de otra manera. Comencé a
construir mi caja de recuerdos…. Cada vez que se me ocurría algo especial para
hacer por mi peque, era una recarga de energía.
Era el momento de ponerle un
nombre a mi bebé estrella. Teníamos que decidir un nombre especial.
Tanto a su papá como a mí, nos
gusta la montaña. Una en particular que
nos atrae es el Saioa. Por ello , que mejor homenaje que llamarla Saioa
y hacer todos los años una ascensión en su recuerdo. No tendríamos una tumba a
la que acudir, ni unas cenizas a las que llorar, pero dispondríamos de algo
mucho más maravilloso y grande, una montaña para ella. Así que el 16 de octubre
de 2014 realizamos la primera ascensión a su montaña. Nuestra pequeña estrella,
ya tenía su lugar.
Nuestros corazones comenzaban a
respirar algo de paz y me sentía preparada para recibir a mi pequeño arcoíris.
Marzo de 2015, justo cuando se
cumplía un año de la pérdida de Saioa, llegó el segundo positivo. Fue un momento
muy emocionante ,pero también muy preocupante. Cuando has vivido la pérdida de
un bebé, un segundo embarazo es algo muy complicado desde el punto de vista
emocional.
Cada consulta, cada analítica,
cada ecografía, eran angustiosos. Pero parecía que todo iba bien. Llegó esa
semana 17, en la que perdimos a Saioa, y la pasamos!!!. A partir de aquí
comenzaba algo totalmente nuevo. Y llego la ECO20, todo esta bien, y es un
niño!!!!
Madre mía , todo va bien, ya
luzco esta maravillosa tripita y todo está bien! Ese día , al llegar a casa,
tenía tal mezcla de alegría y tristeza que no podía parar de llorar. No sé por
qué, tal vez por toda la tensión acumulada…
Estábamos pletóricos! Además ya
había pasado las nauseas, los mareos, me sentía bien.
Pero de repente, otra vez algo
truncó el camino. Semana 23+6, acudimos a urgencias por casualidad, tenia una
ligera sensación de que la tripilla se ponia dura “ va, me estoy obsesionando
seguro, pero por si acaso, vamos a ir”
Parecía que estaba viviendo la
misma escena… caras raras en la ecografía, ni una palabra… y al sentarnos con
la ginecóloga “ las cosas no van bien, has tenido contracciones. Digamos que te
estás poniendo de parto. Estamos frente a una amenaza de parto prematuro, muy
prematuro, en la semana 24, el límite de la viabilidad … muy mal pronóstico…”
El mundo se nos calló a los pies, “ no puede ser, yo ya he perdido un bebe, …
no puede ser…”
Ingresamos, reposo absoluto, y
comenzamos con tratamiento e infinidad de pruebas… Empezó una nueva batalla. No
podía perder a este bebe, no podía. Todo me daba igual, estar en la cama, no
poder moverme, los dolores, yo solo quería a mi bebe, era lo único que me
importaba. Eso me ayudó a llevar mi ingreso de 2 meses y medio con gran
fortaleza.. Vivíamos al día. Cada día era un 3% más de posibilidades de que
nuestro bebe viviera, aunque las primeras semanas fueron durísimas… Si él nacía,
el pronóstico era pésimo…
Los días fueron pasando… y
llegamos a la famosa semana 33… retirada de medicación. Esa mañana me puse de
parto, ya estábamos todos preparados para recibir a “D” , iba a ser prematuro,
pero al menos con 33 semanas ya el pronóstico era mucho mejor.
Por arte de magia de repente
cesaron las contracciones. “ parece que ya no estás de parto”, así que lo mejor
es que te vayas a casa y te despejes. Te va a venir fenomenal, aunque tengas
que volver mañana”. Así que nos fuimos a casa!!! Yo estaba muy flojita, casi no
podía ni andar, pero contenta.
Y día a día… llegamos hasta la
semana 38+4, cuando nuestro pequeño arcoíris nació. Fue un parto bonito. Nos
sentimos cuidados, arropados, protegidos y confiados.
Ahora nuestro bebé arcoíris ha
hecho que mi idea de maternidad cambie por completo...Me ha robado el corazón, y lo quiero con locura! Solo quiero aprender con él, sin prisas, sin presiones, a su ritmo. Hay quien susurra cosas como " se va a enmadrar por dormir contigo" o "le estás mal acostumbrando con tanta teta"... Pero al final te das cuenta de que la ignorancia es atrevida, y que lo más coherente es "a palabras necias, oídos sordos"
Nunca olvidaremos a Saioa. Ella
siempre tendrá su lugar y formará parte de nuestra vida. Todos los años
seguiremos subiendo al monte y nos haremos la foto en su memoria para seguir
completando su álbum. Y cuando “D” sea mayorcito, sabrá de la fugaz existencia
de su hermanita mayor gracias a la cual, ahora tenemos la suerte de poder
achucharlo una y mil veces entre nuestros brazos.
Gracias por tu enorme generosidad y valentia al compartir esto... Mi más profundo cariño y admiración!
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Me ha gustado mucho poder compartirlo con vosotras.
EliminarQue bonito Elvi!Es precioso que puedas contar una experiencia así de una manera tan bonita,pudiendo decir que fui un poquito participe de esta historia me alegra saber que ahora ya estas en el momento especial que realmente te mereces con tu bebe arcoiris, y ya sabes que tenemos pendiente esa subida al Saioa! Muaaakkk
EliminarSponsor, eres una de las que conoce mejor toda la historia de primera mano, y tu papel además no fue nada fácil. De sobra sabes que estoy super agradecida y que sois muy importantes para nosotros. A ver si podemos hacer esa quedada pronto. Muak!
EliminarSponsor, eres una de las que conoce mejor toda la historia de primera mano, y tu papel además no fue nada fácil. De sobra sabes que estoy super agradecida y que sois muy importantes para nosotros. A ver si podemos hacer esa quedada pronto. Muak!
EliminarPrecioso!!!mil gracias!!!
ResponderEliminarA ti Mag .
EliminarLlegar a escribir este post con tanta valentía y serenidad no ha tenido que ser nada fácil. Gracias por compartirlo. Un beso estrella de mi arco iris corazón.
ResponderEliminarGracias Nerea. No es sencillo remover sentimientos pero a la vez es muy sanador. Un abrazo grande!
EliminarSoy madre de un niño estrella y una niña arcoiris y leer tu experiencia me ha causado una profunda emoción. ¡Que agradable es sentirse comprendida! Gracias por compartirla
ResponderEliminarSiento que tengas un bebé estrella también. Esta es mi experiencia pero cada bebé estrella y bebé arcoiris tienen su historia detrás, todas con parte de dolor, parte de emoción, parte de ilusión... Y es importante dar visibilidad a nuestros bebés estrella porque también son nuestros hijos aunque no los tengamos entre los brazos. Un abrazo Maria!
EliminarQué maravilla leerte Elvi. Me he emocionado, mila esker
ResponderEliminarMila esker a ti Itzi. Muak
EliminarQué historia más triste y más bonita a la vez, Elvi. Me ha costado mucho poder comentarlo. Has conseguido poner palabras a sentimientos muy íntimos. Me ha enseñado a relativizar y vivir más el momento. Mil gracias y un gran abrazo!
ResponderEliminarGracias Manja. Tu lo has dicho, triste pero bonita. " carpe diem ". un besazo.
EliminarGracias Manja. Tu lo has dicho, triste pero bonita. " carpe diem ". un besazo.
EliminarTengo que escribirte que me ha hecho llorar tu historia y me alegro mucho que tengas un bebé arcoiris después de una bebé estrella. Mañana hará tres años , tenía 9 semanas de embarazo y lo recuerdo ,como tu ,con cariño además de pensé,porque es un hijo y no se olvida. Tengo un hijo de 7 años y después vendría mi arcoiris,con 19 meses . Un abrazo.
ResponderEliminarMil gracias Marta por escribir. Siento mucho la pérdida de tu bebé. Nuestras estrellitas están juntas en algún sitio, seguro.
EliminarUn abrazo grande.
Tu historia me ha conmovido... En 2012 tuve un aborto en la semana 12. En 2013 me quedé embarazada de nuevo... ¡qué miedo y qué ilusión a la vez!
ResponderEliminarEl 25 de octubre nació mi hija Maia en la semana 31 y murió a las pocas horas debido a una cardiopatía congénita.
El 25 de octubre de 2014, por su primer cumpleaños, subimos a una montaña a esparcir sus cenizas y en 2015 también subimos para soplar sus dos velitas. Siempre que pueda, subiré a su montaña.
Hola Esther. Siento muchísimo tus dos pérdidas. Se me saltan las lagrimillas cuando leo vuestros comentarios... somos tantas.. Que injusto...
EliminarCreo que recordarlos de esa manera es algo precioso y sanador. Esas dos estrellitas siempre van a estar ahí, siempre. Un abrazo muy grande y gracias por compartir.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSiento la pérdida de tus dos bebés. Lo que dices, esa princesita arcoíris es tan especial... pero no hace que olvides a tus otros dos bebés, porque cada bebé es único, hayan o no llegado a nacer con vida, siempre serán tus bebés.Gracias Nere. Un abrazo.
ResponderEliminarPrecioso testimonio. Me acordaré de ella la próxima vez que suba al Saioa.
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