Para encontrar las respuestas a esas preguntas, me puse a observar con qué cosas o actividades le gustaba entretenerse. Y me quedé sorprendida al notar que él tenía las cosas mucho más claras que yo.
El movimiento:
Con 10 meses, lo más interesante para él es practicar y volver a practicar diferentes movimientos que aprendió hace poco. Se pasa el día gateando por la casa (con o sin objetos en la mano), yendo de un lado a otro del sofá, levantándose apoyado en el carrito (sin frenarlo es mucho más interesante), haciendo sentadillas o, cómo ahora mismo, intentando subirse al sofá para quitarme el portátil.
Hace poco hasta empezó a trepar: se subió a la tapa abierta del lavavajillas para llegar mejor a la cesta de arriba o intentaba subirse al sofá con nosotros. Como el sofá es demasiado alto, le ayudamos con un peldaño hecho de una caja de detergente, que llenamos con tretrabricks. También le sirve de puesto de observación en la ventana. Yo pensaba que para trepar tenía que andar primero, pero se ve que no es un requisito indispensable.
A nosotros, los adultos, igual nos parece raro, pero le encanta sentarse: cruza una pierna hacia delante, la otra hacia atrás (a veces observándose en el espejo), se inclina sobre la rodilla hacia delante, empieza a gatear dos pasos y se vuelve a sentar, y así una y otra vez más. Es incansable. Se trata de sentarse simplemente por el gusto de hacerlo, sin tener ningún objetivo en concreto. Alguna vez no parece de todo convencido con el resultado y repite el movimiento con pequeños cambios, hasta quedarse satisfecho.
También se fija mucho en el movimiento de los objetos. Cuando estaba yo limpiando la nevera, el pitufo me ayudaba a sacar la fruta y la verdura de los cajones bajos. Para él era un juego y se divertía mucho haciendo rodar el limón por el suelo de la cocina.
O persigue con mirada fija los cubos apilables rodando por el parquet. ¿Y cómo puede ser que, una vez empujados, vuelven por el otro lado haciendo un círculo en el suelo?
Una cosa que me ha sorprendido mucho es que sigue usando su arco del gimnasio. Cuando ya se sentaba, le gustaba mucho observar las diferentes formas, estudiarlas de otra perspectiva y escuchar el ruido que hacían las piezas al chocar. Ahora que se pone de pie, él mismo decidió reciclar el arco como andador y lo lleva contentísimo por todo el salón. Y por fin descubrió que los discos de color en los laterales giran si uno les da golpes con los dedos.
Por eso, una de nuestras "nuevas incorporaciones" es la vaca con las figuras encajables. Le encanta repasar los agujeros de diferentes formas con los dedos. Este juguete en concreto está recomendado a partir de 18 meses. Veo que le interesa mucho pero todavía no sabe soltar las piezas de madera para encajarlas en las formas. Por eso, de momento sólo le he puesto 2 de las 6 piezas encjables.
Es fascinante ver, cómo relaciona las cosas: La vaca tiene un agujero en forma de flor. ¿Y eso de la pared? Se parece mucho a una flor. ¿Podré encajar la flor en la pared?
Las sensaciones:
Hace un par se semanas empezó a rascar los objetos con las uñas para ver que textura tenían. Rasca el tapón rugoso de una botella, mi vaquero, los boles de madera apilables, el cuero del sofá y, por mi especial disgusto, también la pared de pladur pintada que suena como rascar una pizarra (grrrrrr).
También le encanta provocar ruidos. Con los boles apilables suele repetir el mismo proceso: primero golpea uno contra otro, y luego se busca superficies distintas y los golpea contra la alfombra, el parquet, la pared o incluso contra el espejo para observar, cómo cambia su forma de sonar.
Uno de sus juguetes favoritos es un cocodrilo arrastrador. Al tirar de la cuerda suena el clac - clac de la madera y en general parece muy interesante porque puede pasar mucho rato con él.
Y no olvidemos la botella sensorial con alubias que os presenté en ese post hace un par de meses. Se ha convertido para nosotros en un gran compañero de viaje, cabe en cualquier bolso y últimamente siempre sale con nosotros de casa.
Su caja de los tesoros es ahora otro de sus favoritos. Creo que la clave está en observar a tu hij@ y sus intereses, e ir variando el contenido según ellos. Ya os comenté en el post sobre la evolución de su habitación, que he sustituido la típica cesta por una caja - básicamente porque ya se sienta solo y necesitaba un pequeño reto. Así está un rato entretenido dándole vueltas a la caja, observando y comprobando el pestillo hasta que consigue abrirla. En la caja he metido objetos con una gran variedad de texturas, hasta le hice un librito con recortes de diferentes telas.
Se nota que, para explorar objetos nuevos, ha pasado a la siguiente fase: el primer paso ya no es directamente a la boca sino gira el objeto en sus manos, lo pasa igual de una mano a otra o cambia su postura para volver a observarlo, comprueba el peso, cómo se mueve, cómo suena - parece que no se le escapa ningún detalle. Y cada día vuelve a descubrir la caja y sus tesoros cómo si no los hubiera visto nunca.
O persigue con mirada fija los cubos apilables rodando por el parquet. ¿Y cómo puede ser que, una vez empujados, vuelven por el otro lado haciendo un círculo en el suelo?
Una cosa que me ha sorprendido mucho es que sigue usando su arco del gimnasio. Cuando ya se sentaba, le gustaba mucho observar las diferentes formas, estudiarlas de otra perspectiva y escuchar el ruido que hacían las piezas al chocar. Ahora que se pone de pie, él mismo decidió reciclar el arco como andador y lo lleva contentísimo por todo el salón. Y por fin descubrió que los discos de color en los laterales giran si uno les da golpes con los dedos.
Las formas:
Son su nueva pasión desde que fuimos en avión y descubrió que debajo del reposabrazos hay tres agujeros para los tornillos, en los que entra perfectamente su dedo. De los apilables de plástico para la bañera, su favorito es, como no, el cubo naranja con los agujeros grandes. Se puede pasar un cuarto de hora con el libro de animales buscando los agujeros e intentando mover las fichas de los animales. Por eso, una de nuestras "nuevas incorporaciones" es la vaca con las figuras encajables. Le encanta repasar los agujeros de diferentes formas con los dedos. Este juguete en concreto está recomendado a partir de 18 meses. Veo que le interesa mucho pero todavía no sabe soltar las piezas de madera para encajarlas en las formas. Por eso, de momento sólo le he puesto 2 de las 6 piezas encjables.
Es fascinante ver, cómo relaciona las cosas: La vaca tiene un agujero en forma de flor. ¿Y eso de la pared? Se parece mucho a una flor. ¿Podré encajar la flor en la pared?
Las sensaciones:
Hace un par se semanas empezó a rascar los objetos con las uñas para ver que textura tenían. Rasca el tapón rugoso de una botella, mi vaquero, los boles de madera apilables, el cuero del sofá y, por mi especial disgusto, también la pared de pladur pintada que suena como rascar una pizarra (grrrrrr).
También le encanta provocar ruidos. Con los boles apilables suele repetir el mismo proceso: primero golpea uno contra otro, y luego se busca superficies distintas y los golpea contra la alfombra, el parquet, la pared o incluso contra el espejo para observar, cómo cambia su forma de sonar.
Uno de sus juguetes favoritos es un cocodrilo arrastrador. Al tirar de la cuerda suena el clac - clac de la madera y en general parece muy interesante porque puede pasar mucho rato con él.
Y no olvidemos la botella sensorial con alubias que os presenté en ese post hace un par de meses. Se ha convertido para nosotros en un gran compañero de viaje, cabe en cualquier bolso y últimamente siempre sale con nosotros de casa.
Su caja de los tesoros es ahora otro de sus favoritos. Creo que la clave está en observar a tu hij@ y sus intereses, e ir variando el contenido según ellos. Ya os comenté en el post sobre la evolución de su habitación, que he sustituido la típica cesta por una caja - básicamente porque ya se sienta solo y necesitaba un pequeño reto. Así está un rato entretenido dándole vueltas a la caja, observando y comprobando el pestillo hasta que consigue abrirla. En la caja he metido objetos con una gran variedad de texturas, hasta le hice un librito con recortes de diferentes telas.
Se nota que, para explorar objetos nuevos, ha pasado a la siguiente fase: el primer paso ya no es directamente a la boca sino gira el objeto en sus manos, lo pasa igual de una mano a otra o cambia su postura para volver a observarlo, comprueba el peso, cómo se mueve, cómo suena - parece que no se le escapa ningún detalle. Y cada día vuelve a descubrir la caja y sus tesoros cómo si no los hubiera visto nunca.
Ahora bien: ¿Qué conclusión saco de todo esto?
Primero: El pitufo dedica mucho más tiempo a perfeccionar sus movimientos y descubrir cualquier cosa a su alrededor que a jugar con juguetes propiamente dichos.
Segundo: Con 10 meses ya tiene su criterio, según el cual elige lo que le interesa en cada momento. Coloco diferentes objetos/juguetes por casa que le ayudan a desarrollar ese interés, pero no le propongo cómo o con qué tiene que jugar.
Y por último: Estoy convencida que uno de los regalos más valiosos, que podemos hacer a nuest@s peques, es darles la libertad de moverse y conquistar su pequeño mundo a la velocidad que les apetece. Tendemos a explicarles, cómo se juega con un juguete, o que no se metan en la cocina, porque no es un sitio para ellos. Y ¿Por qué no? (Siempre que no se puedan hacer daño, claro.)
Todo lo que aprenden con los objetos que les rodean, les ayuda a entender mejor cómo funciona ese mundo y cómo formar parte de ello. Permitamos que elijan ellos lo que les interesa. Da igual que sea una cuchara, la escoba o una caja de cartón. Las cosas simples muchas veces son las más sorprendentes. Son claves que nos dejan ver el mundo a través de sus ojos.
Primero: El pitufo dedica mucho más tiempo a perfeccionar sus movimientos y descubrir cualquier cosa a su alrededor que a jugar con juguetes propiamente dichos.
Segundo: Con 10 meses ya tiene su criterio, según el cual elige lo que le interesa en cada momento. Coloco diferentes objetos/juguetes por casa que le ayudan a desarrollar ese interés, pero no le propongo cómo o con qué tiene que jugar.
Y por último: Estoy convencida que uno de los regalos más valiosos, que podemos hacer a nuest@s peques, es darles la libertad de moverse y conquistar su pequeño mundo a la velocidad que les apetece. Tendemos a explicarles, cómo se juega con un juguete, o que no se metan en la cocina, porque no es un sitio para ellos. Y ¿Por qué no? (Siempre que no se puedan hacer daño, claro.)
Todo lo que aprenden con los objetos que les rodean, les ayuda a entender mejor cómo funciona ese mundo y cómo formar parte de ello. Permitamos que elijan ellos lo que les interesa. Da igual que sea una cuchara, la escoba o una caja de cartón. Las cosas simples muchas veces son las más sorprendentes. Son claves que nos dejan ver el mundo a través de sus ojos.
¿Hay algo más fascinante que eso?
Que buen ejercicio de observación de tu pitufo! Que importante saber guiarles!! Gracias Manja!
ResponderEliminarGracias Nerea. Saber guiarles sin intervenir demasiado me cuesta a veces pero veo que merece la pena esforzarse. Seguimos aprendiendo los dos :0)
EliminarVoy a coger muchas ideas. Manja, eres una referente en muchas cosas! Gracias por compartir tu experiencia y tanta dedicación!! Y tu pequeño explorador es genial!!!tiene una curiosidad infinita!!!
ResponderEliminarGracias Erika. Me alegra haberte dado ideas. Lo de la referente ya no me gusta tanto ;0) Espero no levantar falsas expectativas porque cómo dices, solo os cuento nuestra experiencia. No pretendo dar pautas generales, simplemente me fascina observar su desarrollo.
EliminarEres una caña Manja... de verdad que no dejas de sorprenderme. Todo lo que aprendemos contigo no tiene precio. Y el peque desde luego ha sacado mucho de ti! Gracias!!
ResponderEliminarHola a todos. Lo primero que quiero hacer es mandar todo mi ánimo a todas parejas que quieren tener hijos y no pueden por problemas de salud. Yo he sido mama gracia al método de la ovodonacion y soy muy feliz . Conseguí serlo con una clínica ucraniana (de Feskov) u se que ahora mismo están ofreciendo programas muy variados y nuevas técnicas para conseguir lo que todo buscamos -el bebé sano . Estoy feliz con todo lo que tengo, con lo que me ayudaron a conseguir y se lo debo a ellos ! Todo camino que hay que hacer para tener el bebé sano merece la pena y más ...!
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